El departamento de ventas quizás debería llamarse “departamento de
distribución”, y juega un papel crucial en todo tipo de editoriales ya sea para
allegarse los recursos necesarios para cubrir sus gastos o simplemente para
difundir ideas y conocimientos.
“Si no hay lectores, no existe justificación para la existencia de una
industria editorial”.
El desafío que enfrenta el departamento de ventas no es solo la captación
de ingresos, sino también la más amplia distribución de libros. Y para
optimizar recursos, la manera más sencilla de reducir el precio de un libro es
disminuyendo los costos de producción por medio de tirajes amplios.
En este campo existen muchas formas para comercializar un libros según los
clientes: 1) clientes individuales; 2) instituciones; 3) vendedores al menudeo,
y 4) mayoristas.
Cada uno de ellos, en sus distintas formas de hacer llegar el libro hasta
su lector, y serán pieza fundamental para que la empresa editorial logre sus
objetivos y ampliar sus publico, además de crecer tanto en la industria
editorial, como al autor de libro y abrir posibilidades a nuevas ediciones u
obras.
En el sentido de la exportación, ésta genera en muchas ocasiones problemas,
por lo que generar dimensiones tan grandes para su comercialización, implica un
doble esfuerzo; por ello las empresas editoriales prefieren no intervenir
directamente en este terreno y dejan todo en manos de los intermediarios.
Aunque deben considerarse los obstáculos políticos, censura, y factores
económicos, si la obra se encuentra en una buen empresa editorial con un editor
y autor audaces, ésta no tendrá mayor problema en las políticas de otros países
en cuanto a la venta de los ejemplares.
Estos últimos factores incluyen el ISBN, el descuento, el crédito, la
promoción, devolución, el servicio y la calendarización.
Fuente: Datus C. Smith: “8. La venta de libros”, en: Guía para la
publicación de libros, UdeG/ASEDIES-México, 1991. pp. 110-
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