lunes, 1 de mayo de 2017

Control L 8/ La venta de libros

El departamento de ventas quizás debería llamarse “departamento de distribución”, y juega un papel crucial en todo tipo de editoriales ya sea para allegarse los recursos necesarios para cubrir sus gastos o simplemente para difundir ideas y conocimientos.

“Si no hay lectores, no existe justificación para la existencia de una industria editorial”.

El desafío que enfrenta el departamento de ventas no es solo la captación de ingresos, sino también la más amplia distribución de libros. Y para optimizar recursos, la manera más sencilla de reducir el precio de un libro es disminuyendo los costos de producción por medio de tirajes amplios.


En este campo existen muchas formas para comercializar un libros según los clientes: 1) clientes individuales; 2) instituciones; 3) vendedores al menudeo, y 4) mayoristas.

Cada uno de ellos, en sus distintas formas de hacer llegar el libro hasta su lector, y serán pieza fundamental para que la empresa editorial logre sus objetivos y ampliar sus publico, además de crecer tanto en la industria editorial, como al autor de libro y abrir posibilidades a nuevas ediciones u obras.

En el sentido de la exportación, ésta genera en muchas ocasiones problemas, por lo que generar dimensiones tan grandes para su comercialización, implica un doble esfuerzo; por ello las empresas editoriales prefieren no intervenir directamente en este terreno y dejan todo en manos de los intermediarios. Aunque deben considerarse los obstáculos políticos, censura, y factores económicos, si la obra se encuentra en una buen empresa editorial con un editor y autor audaces, ésta no tendrá mayor problema en las políticas de otros países en cuanto a la venta de los ejemplares.

Estos últimos factores incluyen el ISBN, el descuento, el crédito, la promoción, devolución, el servicio y la calendarización.


Fuente: Datus C. Smith: “8. La venta de libros”, en: Guía para la

publicación de libros, UdeG/ASEDIES-México, 1991. pp. 110-

130. 

Control de lectura 5/ "Correción del manuscrito"

Hablar de la corrección del manuscrito, remite a hablar del intermediario entre el libro y quien escribe el manuscrito, la pieza clave para lograr un texto consolidado: el editor. Ya adquirido el manuscrito tras una negociación con el autor, el editor adquiere la responsabilidad de la corrección de manuscritos y su preparación para la imprenta.

La corrección se entiende como el trabajo de preparar el manuscrito para el tipógrafo, es decir, hasta su impresión y después su distribución al público.

En las empresas editoriales grandes se puede contar con divisiones especializadas del mismo para atender áreas como ciencia, economía o libros infantiles. En el caso de las empresas editoriales pequeñas es diferente la estructura del trabajo, existe un editor solitario: una sola persona realiza todo el trabajo.

Algunas personas consideran que es preferible que el mismo editor que negoció con el autor, se encargue también del cuidado de la edición. Relación personal de tal valor, que el jefe editor a veces corrige trabajos de autores importantes; se presume que el trabajo es más minucioso y cuidado al tener un el editor en todo el proceso de edición del manuscrito hasta su impresión.

Al traducir los textos en otros idiomas, los editores se han enfrentado, entre otros retos, a uno en particular, y es el de comunicar las ideas del autor. Si el tipógrafo respeta los señalamientos del autor, se podrán comunicar con precisión las ideas y el contenido del autor.

Además de hablar de los retos a los que se enfrenta el corrector, éste en su trabajo debe cumplir con 7 categorías para la realización del manuscrito:

1.- Legibilidad
2.- Unificación
3.- Gramática
4.- Claridad y estilo
5.- Veracidad de la información
6.- Propiedad y legalidad
7.- Detalles de producción



Legibilidad. Cada letra de cada palabra del manuscrito debe ser clara y legible para que el tipógrafo puede leer fácil y rápidamente para dedicarse por entero a su labor sin preocuparse por lo que el autor quiere decir.

Partes confusas pasarlas a limpio. Texto siempre presentarse mecanografiado, si no éste debe ser totalmente transcrito en letra adecuada.


Unificación. Labor de dotar al texto de uniformidad en cuanto a la ortografía, puntuación y otros aspectos. Emplear forma única de escribir las palabras, aún cuando existan dos formas “correctas”.

Editorial debe hacer del conocimiento público que el estilo de la casa está basado en tal o cuál diccionario.

En el caso de libros especializados, hay libros de estilística específica. (ciencias exactas). Se recomienda traducir el índice analítico para familiarizarse con la terminología desde el principio.

El corrector tiene la responsabilidad de velar por su unificación de principio a fin.

Casos más frecuentes de falta de uniformidad:

a)         Ortografía: en el uso de los plurales (buses y busses) o de formas con sufijos (travelling y traveling)
b)         Trasliteración: Traducción caótica del inglés a otro idioma por las diferencias entre la forma hablada y escrita. Carencia de diccionarios bilingües.
c)         Puntuación: Es responsabilidad del corrector entregar al tipógrafo un manuscrito con puntuación aceptable y congruente y claridad en ideas.



En el caso de la gramática, los tiempos verbales y el uso de la 3era persona formarán parte de la estructura del libro, así como el estilo del autor que se contempla respetar.

Cómo diseñar una revista

El diseño editorial de un libro siempre, o la mayoría de las veces debe contar con 3 ejes fundamentales para lograr la venta de sus ejemplares: línea editorial, colecciones y un catálogo.
En el caso de las revistas es diferentes, a partir de una revisión exhausta, Juan José Salazar, director de una empresa editorial plantea 8 características para comenzar la publicación de una revista.

Éstas características abarcan las plataformas y herramientas para vender un tiraje determinado y lograr los lectores a los que se ha especificado la revista. Tema, título, segmento al que se dirige, frecuencia, mercado, canales, anunciantes y tiraje; no se puede implementar un eje sin el otro, sino que de forma conjunta deben utilizarse todos los recursos en la planeación editorial.

Dependiendo el segmento al que se dirije la revista, será el tiraje de la misma. De acuerdo con cifras de las preferencias de lecturas de revistas, en México las revistas de espectáculos son las más vendidas, seguido de las femeninas, en tercer lugar las de música y en cuarto las de información televisiva. Por otro lado, las menos vendidas son las esotéricas, agropecuarias, vida social, economía, cine y política mensual respectivamente.

Las cifras que obedecen a ventas en la industria de las revistas, y a su vez, da un panorama alentador y revelador sobre la mentalidad en la población mexicana: preferencia por textos de farándula que de temas verdaderamente relevantes y trascendentes como política, economía, sociedad o literatura. Triste es  mencionar  que una de las revistas más vendidas es la “Tv y Novelas”, con un tiraje de 700 mil ejemplares quincenas; mientras que TV Notas tira aproximadamente 350 mil en el mismo periodo, quienes dejan atrás al famoso libro vaquero, quien en su tiempo vendió ejemplares similares al de las revistas de televisión ahora.

Además de las revistas más vendidas, también existe un pequeño –pero no menos importante- sector de textos: las revistas especializadas, las cuales van dirigidas a un lector específico, se distribuyen por suscripción y tienen un tiraje corto. Pueden ser de temas académicos o científicos.

Por último, para lograr una estabilidad económica dentro de la empresa, es deber del área de publicidad cumplir con la regla  70/30, la cual especifica que en la revista habrá un 70% de contenido y un 30% de publicidad.